miércoles, 6 de febrero de 2008

ADN

9 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Socorro? Vamos, vamos, de aquí a Cannes...

Andrés Duque dijo...

Lo más lejos que llegaremos es a Pamplona que ya es algo y aparte nos gusta más. Bueno, hablo por mí. ¿Cannes, no es una lugar con perros?

Anónimo dijo...

No sé si Cannes es un lugar para perros pero da un poco de dentera con tanto glamour y polvo de estrellas.
Siempre que he estado en Pamplona la gente es tan agradable y acogedora que da gusto.
Ahora con el equipo Punto de Vista y todos los que nos vamos a juntar allí, mejor que Hollywood Babilonia seguro, chaval sibilino.

Andrés Duque dijo...

Angerrrrrrrrr the boss

Anónimo dijo...

Socorro, supongo que se refiere a que si el chaval es tímido, se puede sentir intimidado por las acciones performanceras de algunas fieras corrupias D´Generadas que vamos para allá.
¿no?

Albert Alcoz dijo...

Creo que el chaval sibilino y un poco tímido se refiere sobretodo al hecho de ser definido, acotado, delimitado, homogeneizado, homologado, con un par de palabras que pueden decir mucho o no decir nada en absoluto...

Pero de intimidado nada de nada!

Anónimo dijo...

Querido Albert,
me refería a ti chochopí,
la verdad es que nuestras pajas mentales son tan ambiguas que cada uno las descifra a su way.

¿Tú eres tímido e introvertido?

Yo aunque parezca extrovertida y dicharachera en el fondo soy muy tímida, soy un tipo solitario y la socialización a lo bruto me altera,
pero cómo carga las pilas para vivir en este Mondo Cane.

¡Socorro!

Albert Alcoz dijo...

Querida María,

Me alegra haberle confundido. Sabía que se refería al sibilino pero el texto que he escrito en tercera persona creo que ha complicado el proceso de asimilación de las cuatro palabras indicadas.
Tímido e introvertido son dos palabras que se acoplan a mi manera de ser, aunque últimamente y, so se muy bien porque, la número uno es serio. A ti María eso de seria no te lo habran dicho en la vida, ¿no?

Anónimo dijo...

Querido Albert:
A la hora de trabajar siempre.

Uso el humor para cuestionar las cosas, vomitar fantasmas y sacudirme el aburrimiento,
intento recuperar un poquito de salud mental por las carcajadas.

Me encanta el humor negro.
Una ración de garrulismo buñuelesco resucita hasta los muertos.
Por eso lo practico en este Mondo Cane gueyyyyyyy.