domingo, 30 de diciembre de 2007

La mano tras las fiestas


4 comentarios:

Albert Alcoz dijo...

Parece la cabeza del Rubber Johnny de Chris Cunningham. Muy agradable para la vista no es, la verdad. Esto se está convirtiendo en la mano que mira la mano del freaky...

Anónimo dijo...

Albert era una metáfora, siento herir tu sensibilidad.
Aunque el tema es: ¿te gustaría si fuera una obra de Chris Cunningham?

Yo le tengo mucho respeto y amor a los verdaderos freaks.
Los verdaderos freaks son los héroes de este perro mundo.

El freak es un ser especial. Es tomado por monstruoso por los demás, que no entienden sus obsesiones particulares, ni el modo en que disienten de la formalidad establecida. El freak se autoafirma con cada uno de sus gestos, siempre diferentes, y vive en la fastuosa ensoñación de la grandeza de sus inclinaciones.

Hace mucho tiempo, triunfaban en Estados Unidos los “Freak shows”, con sus mujeres barbudas o siameses, que eran un triste panorama donde se resarcía la curiosidad insana y se arrinconaba un poco más al acomplejado, empujándolo a su lugar en la sociedad, apartándolo. Hoy tenemos un desvaído concepto del freak, que confundimos con cualquier internauta o televisivo ordinario; el resultado es un alegre uso del término que dista mucho de la auténtica nobleza del freak.

armadillo dijo...

Señorita, a usted le gustan los monstruos porque los monstruos, muestran. Muestran la humanidad, lo que hay detrás. Y usted, naturalmente, tiene debilidad por esas cosas.

Una cosa, la pasada noche ví como una docena de mariacañas de unos 20 cm, de color rojo, brillantes, que corrian y gritaban por las viñas. Sabe usted algo ?
Como dicen por East L.A. : "go you to know" Vaya usted a saber.

Anónimo dijo...

"Vi la luz por primera vez el 5 de Agosto de 1862. Nací en Lee Street, Leicester. La deformidad que exhibo ahora se debe a que un elefante asustó a mi madre; ella caminaba por la calle mientras desfilaba una procesión de animales. Se juntó una enorme multitud para verlos, y desafortunadamente empujaron a mi madre bajo las patas de un elefante. Ella se asustó mucho. Estaba embarazada de mí, y este infortunio fue la causa de mi deformidad"

Yo te ví anoche en lo alto de la Giralda conversando con Joseph Merrick. Lo estabas grabando y le sacaste la sonrisa.